cardiopatia

El SAS estudia ampliar el servicio de rehabilitación cardiaca en hospitales comarcales y abrir más turnos de tarde

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía estudiar ampliar la oferta actual de rehabilitación cardiaca que existe en los hospitales comarcales para facilitar así la recuperación de los pacientes que han sufrido desde infartos a insuficiencias cardiacas y que viven en zonas más retiradas de los hospitales centrales, ubicados en los grandes núcleos urbanos. Además, sigue apostando por una medida que ha contribuido a incrementar el porcentaje de enfermos cardiacos que se someten a rehabilitación, que actualmente se sitúa en un 30% del total. Dicha medida consiste en ofrecer el servicio también en turnos de tarde. Andalucía tiene la red de unidades de rehabilitación cardiaca más potente de toda España, con un total de 20.

El director del Plan integral de atención a las cardiopatías de Andalucía, Juan José Gómez Doblas, explica en declaraciones a Europa Press que la rehabilitación cardiaca reduce hasta en un 20% el riesgo de muerte. Actualmente, son cerca de 3.000 pacientes andaluces los que hacen esta rehabilitación cada año, una rehabilitación que puede ser físicamente en el centro hospitalario o en modalidad telemática –de esta última se benefician un 10% del total–.

Es el caso, por ejemplo, del Virgen Macarena de Sevilla, en el que su Unidad de Rehabilitación Cardíaca, integrada dentro del Servicio de Cardiología, cuenta con esta modalidad on line. Mediante esta fórmula, los pacientes pueden realizar la terapia de entrenamiento rehabilitador en su domicilio mediante el uso de herramientas digitales. El dispositivo se basa en entrenamientos por videoconferencia a través del programa del Servicio Andaluz de Salud (SAS) denominado ‘Circuit’.

sEn Andalucía, cada año se contabilizan en torno a 4.000 infartos; hay 256 casos de insuficiencia cardiaca por cada 10.000 habitantes y 232 casos de cardiopatías isquémicas por cada 10.000 habitantes. Son los datos facilitados por Gómez Doblas con motivo de la celebración este próximo domingo del Día Mundial del Corazón. Los problemas de corazón eran hasta 2022 la primera causa de mortalidad en Andalucía.

En 2023, sin embargo, se produjo «una novedad», apunta el director del Plan andaluz de atención a las cardiopatías, al registrarse una caída del 7,8% del porcentaje total de andaluces que perdían la vida por esta patología. Esta enfermedad tiene una alta prevalencia en los hombres. De hecho, el infarto y la angina de pecho es la primera causa de muerte en varones, seguida del cáncer de pulmón, según las últimas estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En esta bajada ha jugado un papel importante el código infarto, que implica que en menos de dos horas se interviene con un cateterismo a un paciente con un infarto con elevación del ST, lo que implica la apertura de la arteria coronaria (angioplastia primaria) obstruida. Actualmente, en Andalucía, se realizan estas intervenciones por activación del código infarto en el 92% de los casos. El código infarto se ha activado desde los centros coordinadores de urgencias y emergencias en Andalucía en la última década en 10.915 ocasiones. Las provincias de Sevilla (2.671), Cádiz (2.059), Málaga (1.347) y Granada (1.125) aglutinan casi el 70% de las alertas activadas, seguidas de Almería (930), Huelva (705), Córdoba (594) y Jaén (340).

El Centro de Emergencias Sanitarias 061 ha gestionado en la última década 64.754 casos de pacientes con Infarto Agudo de Miocardio en Andalucía. Por provincias, en Almería han sido atendidos por los equipos de urgencias y emergencias sanitarias 5.120 pacientes; en Cádiz 12.851; en Córdoba 4.018; en Granada 9.344; en Huelva 4.953; en Jaén 3.936; en Málaga 10.744 y en Sevilla 13.788.

El promedio de casos atendidos anualmente desde 2014 por los equipos de urgencias y emergencias sanitarias es de 6.206, siendo el total de pacientes asistidos con Infarto Agudo de Miocardio en 2023 de 4.657 y de 2.691 en lo que llevamos de 2024. Por último, remarca Gómez Doblas, la prevención y los tratamientos, tanto farmacológicos como quirúrgicos, han contribuido a reducir la mortalidad y a mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren un episodio cardiaco.

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