El exalcalde de Lebrija dice que no necesitaba despacho en Faffe, iba «cada 15 días» y captó «2 millones»

Señala que ofreció a Villén sus "servicios profesionales de gestor público" y que fue contratado tras "dos entrevistas"

El exalcalde de Lebrija Antonio Torres García (PSOE) ha defendido este lunes en el juicio que celebra la Audiencia de Sevilla en su contra y también contra el ex director general de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) Fernando Villén, por presunta prevaricación y malversación en la contratación «arbitraria» del primero, que para su labor «no necesitaba despacho» en la sede de la entidad, a la que acudía «como mínimo cada 15 días» y que consiguió captar hasta «dos millones de euros de recursos directos».

En la nueva sesión de este juicio que celebra la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla, Antonio Torres García ha manifestado que cuando a finales de junio de 2003 entró en contacto con el entonces director de la Faffe lo hizo en un contexto en el que había dejado de ostentar la Alcaldía de Lebrija no por haber perdido el poder, pues poco antes habían sido celebradas las elecciones municipales, perdidas por el PSOE, sino porque tras 24 años al frente del Ayuntamiento «había decidido» no concurrir a los comicios locales y «dejar la política activa».

Según ha manifestado, tras conocer «por el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía», el BOJA, que la Junta de Andalucía iba a crear la Faffe para políticas públicas de formación y empleo, decidió entrar en contacto con su director general para ofrecer sus «servicios como profesional de la gestión pública», al haber sido alcalde 24 años, presidente de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir, presidente de la antigua sociedad provincial Sevilla Siglo XXI y «diez años profesor de la Universidad de Sevilla».

«Yo podía ayudar a la Faffe en la captación de recursos», ha dicho asegurando que él accedió al contacto de Fernando Villén porque era «público» que era él quien había sido designado director general de la entidad, en la que su hermano Manuel Villén ostentaba una dirección inferior.

En ese sentido, ha asegurado que incluso Fernando Villén «había escuchado hablar mucho» de él, por aspectos como haber «conseguido 164 millones» de euros para la Mancomunidad o «uno de los primeros proyectos de auto empleo en el mundo rural», en este caso para el Ayuntamiento de Lebrija.

Antonio Torres García ha defendido así que antes de su contratación, celebró «dos entrevistas» con el entonces director de la Faffe, también acusado en la causa; exponiendo que él fue contratado para un «puesto técnico adjunto a la dirección de área» para «captar recursos» económicos, desligándose así de que en su primer contrato figurase la categoría de gestor de recursos municipales.

Según la investigación judicial del caso, la contratación de Torres García fue acometida «sin proceso alguno de valoración o contraste de la aptitud o idoneidad del sujeto a contratar», es decir «de manera injusta y arbitraria, prescindiendo de los procedimientos de contratación a los que la Faffe debía ajustarse» y creando un puesto «ad hoc» que no figuraba en el organigrama.

Torres García ha atribuido «a la burocracia» el hecho de que en su tarjeta de empresa figurase el cargo de director de Recursos Externos, detallando que él cobraba «un poco menos» que el personal directivo de la entidad. «Se ha hecho un mundo», ha avisado con relación al aspecto del cargo que figuraba en su tarjeta oficial.

«Como mínimo iba 15 días»

Igualmente, ha asegurado que para su labor «no necesitaba despacho» en la sede de la Faffe, a la que asistía «como mínimo cada 15 días» para «dar cuenta de su tarea», que se tradujo según ha defendido en la captación de «dos millones de euros de recursos directos» para políticas de la entidad y la firma de decenas de convenios, –50 según ha dicho en una ocasión y 30 en otra–, si bien no fueron firmados por él porque por su cargo no le correspondía, según ha asegurado.

Y respecto a que no usase una dirección corporativa de correo electrónico, sino la suya propia personal, el exalcalde socialista de Lebrija ha alegado que «siempre» había usado esa dirección para su labor institucional. «¿Hay que maldecir el correo que yo siempre he usado?», ha preguntado retóricamente.

Comités de Dirección

En paralelo, mientras según la investigación Fernando Villén habría creado la Dirección de Recursos Externos dentro de la Faffe para asignar tal área presuntamente ficticia al exalcalde socialista de Lebrija, coincidiendo los testigos en que Torres no asistía a los comités de dirección de la entidad, este acusado ha alegado que él no fue convocado a las sesiones de dicho órgano directivo. «Por eso no fui», ha dicho encogiéndose de hombros.

Según el juez instructor del caso, el exalcalde «ni tan siquiera acudía a la sede de la fundación, ni desempeñaba trabajo alguno, aunque se procuró tarjetas de visita o presentación», de forma que «la escasa actividad realizada, limitada a puntuales contactos con algún político o autoridad», la llevó a cabo «siempre» desde su domicilio».

Torres García, de su lado, ha destacado que para él fue «un honor» trabajar para la Faffe, asegurando que había incluso quienes quedaban «alucinados» de su capacidad para captar financiación.

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