Agentes de la Policía Nacional han detenido, en colaboración con las autoridades de Turquía y Alemania, a un hombre alemán, de 32 años, presunto autor material del asesinato de un ciudadano serbio, torturado hasta su ejecución en una casa en Marbella, en unos hechos ocurridos el verano de 2022.
El fallecido, vinculado con organizaciones criminales de los Balcanes, fue hallado con tres disparos en la cabeza y numerosas evidencias que constataban una detención ilegal, ha indicado la Policía Nacional en un comunicado.
El arrestado ha sido extraditado desde Turquía, país donde permanecía oculto tras el crimen, en virtud a una Orden Internacional de Detención emitida por la autoridad judicial competente en España, que ha decretado su ingreso en prisión.
Los hechos ocurrieron en 2022. Una llamada al 091 informando del hallazgo del cadáver de un hombre en una vivienda en la localidad malagueña de Marbella, la noche del 30 de junio de ese año, suponía el inicio de una ardua investigación policial, llevada a cabo de modo conjunto por agentes adscritos al Grupo II de Crimen Organizado de la Comisaría Provincial de Málaga, sus homólogos de la Comisaría de Marbella y Greco Costa del Sol.
En concreto, un responsable de una agencia del sector inmobiliario fue quien dio la voz de alarma al dirigirse al inmueble en cuestión y encontrar el cuerpo sin vida del morador, con quien necesitaba contactar para renovar el contrato de alquiler de la vivienda –el fallecido era arrendatario de la misma–.
En el lugar de los hechos, la Policía Nacional hallaba un cadáver, inicialmente sin identificar, con signos de violencia. El cuerpo se encontraba amordazado y permanecía atado a una silla, con la testa envuelta en film transparente, presentando múltiples lesiones y tres disparos en la cabeza.
Efectivos de la Policía Científica y la Policía Judicial, una vez activado el protocolo por una muerte de naturaleza violenta, se desplazaron hasta el lugar, recabando elementos balísticos y otros vestigios en relación con el crimen.
Así, continuando con las averiguaciones, los investigadores lograron identificar a la víctima, que utilizaba distintas identidades falsas. Además, con la colaboración de las autoridades alemanas, se confirmaba que el fallecido era un ciudadano serbio, de 33 años, con tarjeta de residencia en Alemania y antecedentes por tráfico de drogas en el extrarradio de la ciudad de Frankfurt. Además, la víctima estaría relacionada con organizaciones criminales de origen balcánico.
Las pruebas recabadas en el lugar de los hechos confirmaron que la víctima acudió a su domicilio el 29 de junio de 2022, sobre las 16.30 horas, junto a varios miembros de otro grupo de narcotraficantes.
Allí, desavenencias entre las partes condujeron a un episodio violento contra el morador del inmueble, que sería objeto de torturas durante horas, la data de la muerte se sitúa sobre las primeras horas del 30 de junio.
Las diligencias practicadas con posterioridad confirmaron, además, que los agresores habrían utilizado el teléfono móvil de la persona retenida, aún con vida, para ponerse en contacto con un familiar suyo, y, haciéndose pasar por él a través de un chat de mensajería instantánea, intentar sonsacar información sobre terceras personas.
Tras consumarse el homicidio, los agresores huyeron del país y se ocultaron en territorio turco, según las pesquisas. Una vez identificados los implicados en el asesinato, el Juzgado de Instrucción número 3 de Marbella, que conoce del caso, decretó una Orden Internacional de Detención sobre los mismos.
Paralelamente, uno de los sospechosos por la muerte de la víctima, al que se considera cabecilla de una red de narcotraficantes con ramificaciones en el sur de España, era localizado en Turquía.
Las autoridades turcas comprobaron que tenía una requisitoria en vigor decretada por las autoridades españolas, siendo finalmente puesto a disposición de la Policía Nacional, a través del aeropuerto de Málaga, donde se produjo su entrega.
El detenido es un ciudadano alemán y origen turco, con antecedentes por delitos de tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas en su país. El investigado había fijado su residencia en Benahavis (Málaga) –su domicilio también fue objeto de registro domiciliario– y tiempo antes había sido detenido en Madrid por falsedad documental.
La autoridad judicial ha dispuesto el ingreso en prisión del arrestado por su presunta responsabilidad en los delitos de asesinato, detención ilegal, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal. La investigación continúa abierta, al objeto de localizar a otros implicados en el asesinato de la víctima.