El Pleno del Ayuntamiento de Fuengirola ha aprobado en su sesión ordinaria del mes de marzo una moción institucional para felicitar públicamente a Isabel Gómez Hortal, quien recientemente ha sido reconocida con la Medalla Pro- Ecclesia Malacitana por su labor en la iglesia, que concede la diócesis de Málaga, a través de su Obispo, monseñor Catalá Ibáñez.
“Hoy tenemos el gusto de hablarles de una persona muy querida y entrañable, como es Isabel Gómez Hortal. Isabel nació el 24 de agosto de 1932, en Fuengirola. Hija de Josefa y Juan “el albardonero”, matrimonio que tuvo dos hijos más. Isabel es un referente para varias generaciones y sigue manteniendo la energía y la ilusión como el primer día; para ella cada época ha sido única, entregándose al máximo en cada proyecto. Es una persona adelantada a su tiempo, una mujer valiente, generosa y entregada”, destacó la alcaldesa, Ana Mula, durante su intervención en la sesión plenaria.
Carné de conducir
La regidora fuengiroleña resaltó también que “fue la primera mujer en obtener el carné de conducir en Fuengirola y puso su coche al servicio de todo aquel que lo necesitaba. Ha colaborado con distintos médicos de la época, como enfermera o practicante, en muchas ocasiones, y también ha realizado una extraordinaria labor como maestra, catequista, taxista y acompañante de tantas y tantas personas que la han necesitado. Todo ello de manera voluntaria y con la mejor de las sonrisas”.
En este sentido, Ana Mula destacó “los ocho años en los que fue Hermana Mayor de la Archicofradía del Rosario de Fuengirola. Durante ese periodo de tiempo, el número de hermanos fue creciendo gracias a su entrega y a su buen hacer. Hoy en día, aunque su ritmo ha bajado, su ilusión sigue intacta. Hace las veces de secretaria en la Sacristía, es única vendiendo lotería, cierra la mayoría de los días la parroquia y lava, seca y plancha primorosamente los pañitos de la iglesia”.
Para concluir su intervención, la alcaldesa se dirigió directamente a la reconocida: “Querida Isabel, tu esfuerzo ha sido muy grande, pero tu recompensa es mayor. Por todo ello, la diócesis de Málaga, a través de su Obispo, monseñor Catalá Ibáñez, te ha concedido la Medalla Pro- Ecclesia Malacitana, por tu labor en la iglesia durante toda la vida, y también en la actualidad. Quiero darte las gracias en nombre de todos los fuengiroleños que te apreciamos y reconocemos tu valía. ¡Gracias Isabel por no rendirte nunca!”.